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lunes, 28 de febrero de 2011

Torneo Clausura 2011 por Hugo Gordin Finger


Quizás crean que todo está inventado o ya descubierto…  tal vez sientan que todo es lo mismo y ya nada puede suceder... Yo creo que aún falta lo mejor. Es por eso que marzo llega y en este escueto mes lo mejor de nuestro año. Sin dudas la práctica del balompié es lo que más nos atrae y no solo por ser el deporte popular y que más nos  estremece el cuore… sino porque con él vuelven los torsos transpirados y el roce de seducción y miradas penetrantes entre los competidores que cada día nos deslumbran con su vibración y emoción.  Emoción que solo trae este campeonato Clausura 2011 con todo lo que ello significa.

El último campeón, Estudiantes de La Plata, vuelve con toda su garra que en este nuevo certamen quiere repetir las delicadezas y sutiles pegadas que solamente su capitán Juan Sebastián Verón nos trae bajo su calvicie brillante e inconfundible…

Los más grandes, River y Boca, desesperados  por conseguir la atención del mundo del fútbol no bajarán los brazos jamás, y seguirán con su afán inquebrantable por no dejar pasar las oportunidades que este nuevo año les traen… El Xeneize de Falcioni -liderados por el torero amoroso- amarán cada partido como la primera vez de un joven ante su primer mordisco en una litera junto a su bella dama...

El Millonario no dejará puntos en el camino esta vez, si no quiere irse a las sombras y frías canchas donde su glamour no podrá ser el mismo que desenvuelve en la primera división.

El Santo, que de la mano del segundo riojano más famoso, quiere despegarse de una vez por todas de las chances desperdiciadas en años anteriores. La cara y seca, el Dick y Van Dyke del fútbol, Racing e independiente -tan históricos como antiguos en esta lucha por ser uno mejor que el otro- no dejarán de ser protagonistas. Uno buscando la gloria afuera de casa en la mmmm… Copa Libertadores, y el otro reforzado hasta los dientes con Moreno (ausente con aviso) y compañía, desplegarán un combate sin igual.

El sur nunca deja de ser protagonista con sus exponentes Lanús y Banfield que prometen estar a la altura de los demás contrincantes. El buen fútbol llega también de la mano de un buen vino cabernet sauvignon como lo muestra el equipo mendocino del Tomba, nuestro Godoy Cruz.

¿El Lobo está o no está? Es una pregunta que el mellizo Guillermo nos hará saber a lo largo del torneo ya que volvió para comerse a sus rivales en un bosque colmado de abuelitas deseosas de hambre de fútbol.  Todos los chicos (All Boys), de la mano del Burro quieren quedarse en primera para demostrar que pueden crecer y ser más que pequeños fantasiosos de un sueño imposible.

En el Olimpo, el cervecero de Colón, antes de descubrir el nuevo continente quiere poder festejar con sus pares y así poder volver en Globo a casa antes que el helio los sepulte en la isla de la B Nacional. ¡¡¡Ay!!!

Velezanos sedientos de Victoria quieren tomarse revancha del último torneo donde estuvieron tan cerca que saben que éste si se les va a dar... por eso el Richard formó una gran plantilla para buscar el tan ansiado trofeo.

Los Matadores con las lanchas no dejarán que la zona norte deje de tener una plaza, o más bien dicho, una parcela privilegiada en el campeonato argentino de este hermoso deporte. Los Bichos de La Paternal querrán hacer de sus partidos una plaga de buen fútbol para no ser menos que lo que dicta la historia de la mítica cuna futbolística.

¿Los “Newellsinos” contagiarán tanto como su apodo?, ¿Podrán recuperarse y demostrar la valentía que Boquita demostró en mundiales y torneos? Solo el tiempo en este torneo lo dirá... Por último, el Arsenal no inglés del viaducto intentará de la mano de su tatuado y viril arquero llevar a su equipo a lo que promete hace varios campeonatos... cuánta magia, dulzuras.

Sin dudarlo es un torneo que se las trae, y espero que entre manos, ya que eso le dará más ganas de verlo y sentirlo como sólo el Clausura merece sentirse ahí al rayo del sol.

Figuras, momentos, jugadores, banderas, toallas mojadas, duchas frías, llantos, risas, abrazos y, por qué no, besos, son condimentos que nos hacen pensar que este torneo será fascinante y glamoroso como quien les habla en esta nota. El amor con el que espero se juegue el mismo me hace recostarme y verlo en alta definición junto a mis amigos y compañeros.

¿Radio convencional? No, eso ya es pasado. Disfrutemos un torneo que se las trae como también me las traigo yo...

¡¡¡Rosas y claveles dorados!!!
HGF.

Manual de conquista. Parte 6: la seguridad.

Seguridad en uno mismo:
Sin esta característica, que bien puede ser innata, obtenida a fuerza de triunfos, temporalmente ganada en base a una gran victoria pocas veces imaginada (léase “conociste a alguien realmente increíble”) o simplemente por trabajo constante y oído abierto a los consejos, estamos condenados a empezar todas las batallas con las de perder. Siendo seguro de sí mismo, uno se da a la tarea de acercamiento al sexo opuesto con el deseo y la voluntad como espada y escudo en conjunto. Y no necesitamos de una malla, a menos que estemos veraneando en la playa.

Seguridad en lo que decimos:
Hay pocas cosas que enfríen una charla como que una dama te retruque una afirmación dándote por totalmente equivocado y dejándote expuesto al cuasi ridículo tu grado de intelectualidad (las chicas no quieren intelectuales de libro bajo el brazo, pero si sos lo suficientemente inteligente para charlar de cualquier tema con soltura, cotizás en bolsa), tanto como que si a la repregunta o el debate, respondés con una justificación notable, sumás el doble de puntos para lograr tu cometido.

Detalle: esta parte del texto, en la que hablo de seguridades, la escribí total y deliberadamente con la intención de tutear al lector para demostrar que expresándome con convicción cuasi absoluta logro que el mismo tenga firme convencimiento para que de esta forma considere mis palabras como ciertas e indiscutibles.

Los griegos en el agón (utilizado mayormente en la comedia, como una especie de contienda verbal) debatían de los temas que consideraban importantes, generando respuestas inmediatamente, hasta que se veía victorioso quien refutaba con más fundamentos el asunto a discutir. Es decir, quien estaba más convencido y no dejaba cabos sueltos sobre determinada cuestión, generalmente se llevaba todo el crédito. Algo parecido acontece actualmente en las batallas urbanas de rapeo, de hip hop. Aunque estos últimos están muy lejos de usar togas y quedar en los anales de la historia, aunque uno de estas palabras últimas les cuadre muy bien como adjetivo calificativo.

Volviendo al tema central, hoy día el agón a vencer es tener siempre más y mejores fundamentos, tener en claro los conceptos y la finalidad de la contienda, para así favorecerse con, precisamente, los favores de la rival de turno. Antes de llevar a cabo la acción de seducción siempre hay que elaborar mentalmente y en un breve periodo de tiempo las posibilidades de divergencia de la charla y generar asimismo, una convergencia para que llegado el momento de consumación de los hechos, finalice en algún lugar un tanto más privado.

viernes, 25 de febrero de 2011

El insulto ucraniano

Después de años y años de investigación en la Europa oriental, y haberme interiorizado en la bibliografía del ilustre enciclopedista galo Tito D’Aguerre, puedo sostener que el insulto de origen ucraniano es letal. El solo hecho de escuchar dichas proliferaciones provoca en el más sano de los mortales, su instantáneo deceso. Experimentos realizados en la bonaerense Universidad de Bayauca en el año 2001, comprobaron dicha aseveración. De los más de mil cobayos “puteados” como parte del mencionado ensayo realizado por los científicos (con acentuadas tendencias conductistas, sobre todo bajo las influencias experimentales del ruso Ivan Pavlov), se pudo confirmar, luego de la correspondiente autopsia simultánea, que todos ellos habían perdido la vida y lógicamente los signos vitales gracias a las palabras recibidas alrededor de las 18 hs. (de fácil conclusión para usted, horario donde se había realizado dicha experimentación).

Para poner en conocimiento al lector, vale explicar un poco a qué me refiero cuando hablo del insulto ucraniano. En reiteradas ocasiones creemos tener claro cuándo nos están regalando adjetivos descalificativos, y afortunadamente para nosotros estos no son elaborados en el más puro dialecto del país europeo aquí investigado. Hay quienes intentan dar por tierra esta teoría, pero a modo de defensa de semejantes investigaciones, debo aclarar que de haber sido agredidos por un ucraniano o por alguien que maneja su dialecto con claridad, el idioma elegido no es ortodoxo de Ucrania. Estaríamos hablando de la deformación lingüística que introdujo (y por la fuerza) en el año 1837 el gobierno local para evitar el éxodo masivo hacia países limítrofes y la creciente mortalidad. Para resumir esta historia, lo que propusieron fue deformar las palabras de manera ínfima para evitar la muerte del receptor del mensaje. Por ejemplo, actualmente en el lenguaje croata le decimos beskoristan a alguien inútil (даремний: en ucraniano esta es la palabra, por lo que el ávido lector entenderá por qué pongo un ejemplo en croata, para graficar la idea). Con el ejemplo escogido, originalmente se iniciaba la palabra con la letra v, con una z en lugar de la letra s, o bien se utilizaba una c y se reemplazó con una letra k (para evitar ser cómplice de la reutilización de la palabra y la impune matanza indiscriminada, decidí no revelar la verdadera modificación establecida).

Después de varios años y muchas vidas perdidas para continuar con esta hipótesis con tantos intentos de refutaciones, hoy podemos saber con certeza que solamente se consideran inmunes de este maleficio a un reducido número de individuos. Para ser más exactos, solamente dos clases de seres humanos no se ven afectados por las consecuencias del insulto ucraniano, y estos son: los sordos y la gente con dislexia.

jueves, 24 de febrero de 2011

Diego & Zappa


die&zappa
Cargado originalmente por dieegonzalez

Zappa

Alguien


alguien
Cargado originalmente por dieegonzalez

Diego 2


die2
Cargado originalmente por dieegonzalez

Mondongo Frenesí


mondongo
Cargado originalmente por dieegonzalez

Zappa & Diego


die&zappa2
Cargado originalmente por dieegonzalez

Manual de conquista. Parte 5: la retórica.

Una de las armas más potentes, certeras y efectivas para verse victorioso en la moderna lucha habitual entre finalizar la jornada en la hamburguesería y/o panchería de turno en altas horas de la madrugada y amanecer en los brazos de una damisela, es la palabra oral. El arte de la retórica no solamente nos favorece en este ámbito, sino en todos los aspectos de la vida. De hecho, por propia experiencia puedo atestiguar haber aprobado un examen final en mi juventud sin haber respondido tan solo una de las preguntas realizadas, sino que luego que me habían notificado y más que nada, confirmado, que había desaprobado, me dispuse a convencer a los docentes con cualquier tipo de razones para merecer aprobar y quitarme de encima la materia, que estaban equivocando su accionar. Y lo logré.

Por eso es que la buena expresión oral nos abrirá las puertas que deseemos, y también abrirá otras cosas, que bien pueden conjugar con la palabra “oral”. No voy a subestimar al lector, y dejaré esas palabras para aplicar libre albedrío. Bueno, para no irme por las ramas, me voy a adentrar en el tema sin más preámbulos ni sutilezas. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que por más que sepamos manejar a nuestro antojo todo el vocabulario existente, lo que servirá de pilar fundamental para esta misión es la seguridad. Y aquí debo hacer foco en dos tipos de seguridad (al muchacho fornido que viste de negro no lo considero tal cosa, eh), que son: la seguridad en uno mismo y la seguridad en lo que estamos diciendo.

martes, 22 de febrero de 2011

Manual de conquista. Parte 4: la película.

Si en el ambiente de la conquista, del encuentro íntimo, de la noche en compañía y demás hierbas, hay una situación indiscutible e innegable de que confluya en el mismo e inevitable final, esa es la de que dos personas decidan ver una película en casa. Está científicamente comprobado por mí y por la gente que he conocido a través de mis años de experimentación por la causa, que la invitación a ver un film es ya de por sí un acto que conlleva un trasfondo de atentado contra el séptimo arte. La preparación para disfrutar de la proyección entre las dos personas que comparten la velada, ya de por sí está dispuesta de más tiempo del que una vez comenzada la función, estos individuos empiezan a tener contacto físico entre sí. De hecho, se demora más tiempo en el intento de demostrar físicamente las intenciones que en finalmente llevar a cabo los juegos correspondientes. Para ser más gráfico al respecto, diré sin más, que es ínfimamente probable que el largometraje elegido sea observado poco más de media hora por estos tortolitos. Y en esta estadística también realizo la observación que posiblemente recién entre los 15 y 20 minutos posteriores a los títulos, los implicados comiencen con el contacto premeditado. Y en ese breve lapso de tiempo que queda, se avanza con una velocidad poco antes sospechada.

lunes, 21 de febrero de 2011

Manual de conquista. Parte 3: los grupos.

Hay que tener sumo cuidado cuando uno se da de lleno en la cruzada de acercarse a una dama que se halla en medio de un grupo de amigas. La actitud, las respuestas, los gestos y sus posteriores actos siempre se verán distorsionados de lo que en realidad piensa o siente. Pueden resultar a favor, pero en la mayoría de los casos esto es perjudicial. Lo que aconsejo es siempre tomar ciertos recaudos como pueden ser acercarse al grupo y no a una sola (a veces esto es ir a “la boca del lobo”, pero otras tantas veces amplía el espectro de conquista, e incluso juega a favor, porque la mujer es competitiva por naturaleza y la demostración de interés por parte de tan solo una de ellas genera el inmediato coqueteo por parte de otra, lo que no resulta en más que puro beneficio, aunque uno pasa a ser solamente un objeto de consumo y disputa); otra opción viable es mantenerse a la distancia pero demostrando interés evidente sobre la persona en cuestión.

Particularmente recomiendo el encuentro con una dupla o un terceto, que reduce considerablemente el nivel de masividad y sus correspondientes acciones ya enunciadas. Acercarse a una dama que se encuentra sola es tanto positivo como que vaya a aparejar consecuencias negativas, ya que depende muy exclusivamente de la personalidad, del carisma, de la actitud y sobre todo de la confianza en sí misma de la acechada y en la otra parte, obviamente.

Asimismo, no voy a adentrarme en el terreno de quienes fijan su interés en damas de estados etílicos. o de los otros, que pierden toda noción de la realidad, porque no lo considero ético y no estoy de acuerdo en absoluto. Este accionar es tan lamentable como en una pelea callejera elegir enfrentar a un enano o un anciano con una pierna enyesada. Seguramente liguemos un golpe, pero tenemos garantizado un combo, una tunda a nuestro favor. Es decir, atacamos con la certeza de robar un beso (y el término robar casi que ni aplica, ya que la mera voluntad y persistencia, la gran mayoría de los casos en los que uno pretende ese gesto tan sobrevalorado, funciona casi sin que nos despeinemos) pero está muy lejos de lo fortuito y meritorio una conquista de este estilo. Pobre de quienes se manejan con estos códigos (o la ausencia de ellos) y se desenvuelven en este ámbito.

Dentro de esta modalidad, hay un punto a tener en cuenta y es que si estamos ante la presencia de una amiga de la chica que no tiene el más mínimo interés en que un caballero como uno se haga presente y las entretenga para, posteriormente y a manera de premio al show brindado, se haga de las veces de la compañía de una de las damas que pertenecen al grupo (denominado en la jerga militar como “objetivo”), las cosas se tornarán doblemente difíciles. Y cuando me refiero a doblemente, lo hago porque no solamente tendremos que captar el interés y no descuidar la atención de la señorita en cuestión, sino que además habrá que ir ganando poco a poco ese afecto negado o por lo menos esa tolerancia necesaria por parte de la denominada custodia o chaperona (recomiendo leer algún texto que hable de estas, para ampliar el conocimiento sobre cómo burlar esta clase de obstáculos) para que a mitad del trabajo de retórica, no la tome del brazo y se alejen como toma distancia el tren cuando desde el andén lo vemos partir hacia el horizonte. ¡Ojo! No descuidemos este punto porque el ver que esta persona se aleja en algún momento y nos deja el terreno libre no significa que nos quitamos de encima un peso, ya que entre las habilidades de esta clase de gente está el volver a aparecer en el instante más inoportuno de la plática para ahora sí realizar esa táctica de “quite de mujer” para no volver a verla hasta una próxima ocasión (que no será durante esa misma jornada, ya que lo único que generaría es ganarnos el dote de enemigo público número uno de las cercanas a la chica de nuestro interés).

Manual de conquista. Parte 2: los roles.

En toda relación se cumple un papel. La mejor forma de llevar adelante cualquier tipo de comunicación física con otra persona es considerando de antemano el rol asumido. O bien saber cuál es el lugar que queremos ocupar. Por eso, si nuestro rol es el de amante, siempre debemos tener en cuenta que servimos de válvula de escape para la otra parte. Es decir, jamás hay que sumar un problema o una preocupación al ser al cual “servimos”, pero deberemos estar dispuestos a ser, a su vez, un respaldo anímico para cuando requiere de los servicios de algún oyente o soporte para su estado de ánimo trunco por situaciones que haya atravesado en su vida común y corriente (nosotros somos parte de un mundo aventurado, donde además, tendremos que generarle las emociones necesarias para que nuestra sola presencia le motive para desenchufarse del mundo cotidiano y exterior). Por eso regularmente cuando se refiere la gente al amante, se le denomine como “juguete sexual”, debido al comportamiento y regresión que produce sobre la parte implicada, desatando sus aspectos más lúdicos e imaginativos.

Recordemos siempre, además, que mentalmente debemos ser fuertes, porque cuando uno se encuentra regularmente con alguien, estoy comenzando a sospechar que el cuerpo libera alguna especie de enzima (o algo por el estilo) que atrae automáticamente a esas personas que revoloteaban alrededor, revirtiendo repentinamente su apreciación personal para con uno. Para resumir, cuando uno está con otra persona, aparecen de la nada contrincantes de la elegida, y desean a toda costa hacernos caer en la tentación. Para hacer el conflicto interno un poco más arduo, además el nivel generalizado en las cualidades físicas y apariencia en general, es superior a las que en otro momento podrían haber sido dignas víctimas o favorecidas de la performance de quien ahora es objeto de tentaciones.

Un detalle no menor es que nosotros los hombres demostramos muy claramente de qué estamos hechos cuando se nos plantan de frente y nos plantean cuestiones de la relación, como por ejemplo a qué apuntamos, qué pretendemos al corto o mediano plazo, y etcéteras. Aquel que demuestra sin titubear sus intenciones, es quien mejor puede manejar las futuras situaciones y de esta manera, la otra persona reduce la cantidad de posibilidades de inconvenientes entre ambos.

Manual de conquista. Parte 1.

Antes de comenzar este abordaje que trata precisamente del abordaje (y no solamente que valga la redundancia, sino que además cotice), es necesario aclarar algunas cuestiones que, de no ser así, provocarían en mi persona los más inesperados ajusticiamientos.

Primero y principal, las mujeres merecen el mayor de los respetos, son sin ningún tipo de dudas el sexo fuerte, y precisamente por eso, es que tenemos que tener instrucciones concretas para saber utilizar las pocas armas con que disponemos para cometer nuestra finalidad y desempeñarnos con precisión. Quien no tenga como ley básica y regla inquebrantable este pensamiento, sale a la cancha con un jugador menos y sabe que el árbitro está irremediablemente comprado por el equipo contrario. Metafóricamente hablando, somos David (nombre propio masculino, por cierto) y ellas son Goliat (inevitablemente vienen a mí recuerdos de alguna que otra señorita que además guarda un cierto parecido fisiológico con este personaje de la historia bíblica).

Por otra parte, y dada la marcada diferencia entre ambos sexos a la hora de seducir, de denotar intereses, llevar a cabo métodos de conquista, y por sobre todas las cosas, de saber utilizar en el momento y lugar indicados la inteligencia pragmática, es que mi extensa enseñanza (en base a mi ardua y a veces criticada experiencia) se centra sobre el aspecto femenino. Para ser conciso, a lo que me refiero es que a los hombres se nos conquista de manera automática, somos más simples en ese sentido. Si la chica es bella, es inteligente, y le sobra actitud, listo, no hay dudas en aceptar cualquier invitación y disfrutar de los inminentes acontecimientos. Si el hombre no acepta ni hay “peros”, entonces existen dos posibilidades: no se siente atraído o tiene tantos problemas rondando su cabeza que no tiene la menor idea de cómo debe resolverlos.

Ya que en el anterior párrafo hice mención a la actitud, me siento cuasi obligado en dejar bien expresado uno de los lemas fundamentales para considerar en el transcurso de nuestra vida. Este consiste en saber y tener presente en cada aspecto y rubro en el cual uno se desempeñe, que la actitud es primordial. Siempre digo que en una persona, el 50% es actitud. Es así entonces, que teniéndola, uno ya con algunas características que aportar a este porcentaje, cuenta con grandes posibilidades de que le resulten favorables muchas situaciones que se presentan solo como oportunidades y consiga grandes resultados para lo que se proponga. Y ante la desgracia de no poseer muchos valores, con mucha actitud se logra poner en igualdad de condiciones el camino elegido.

La actitud, para clarificar un poco el concepto, es saber utilizar las armas que uno dispone, resaltar la naturaleza, denotar el carisma con que se cuenta, demostrar la onda o energía que se tiene, no disimular lo que quiero y mostrar que lo quiero ya. La actitud es lo que genera que otra persona note la presencia de alguien sin siquiera haberlo visto con sus ojos. La actitud se transforma en energía dispuesta a ser manipulada a pleno antojo. Traspasa la barrera del idioma, por ejemplo. Una persona sin actitud difícilmente logre conquistar a otra si no maneja el mismo dialecto, partiendo de la base que es poco probable que siquiera se fijen en el primero.

Epitafio

A medida que pasa el tiempo las personas comienzan a pensar en asuntos que, anteriormente, jamás se les cruzarían por la cabeza. Bueno, este no es mi caso. Desde siempre estoy con el convencimiento absoluto que cuando me muera (y elijo este término porque tengo una inclinación irreverente y molesta hacia el humor negro) mi epitafio dirá “Vi luz y entré”. Porque no veo mejor manera de continuar con toda una vida en la cual me caractericé por tener buen humor, que siguiendo así aún después de haber vivido. Además creo que una de las cosas más grandiosas que podemos hacer por nuestros prójimos es generar una sonrisa. Y más en un lugar en el cual las sonrisas se ausentan tanto, como son los cementerios, por ejemplo. También tengo otra idea y que me entusiasma más, y es que me cremen (hablo de fuego y no de crema, porque engorda) y las cenizas en las que me convierta sean arrojadas en el estadio de Sarmiento de Junín (llamado Eva Perón, por si algún despistado no sabe dónde dirigirse).

Así, cuando quieran visitarme pagan el abono y, de paso, colaboran con el club.

Por otro lado, más de una vez me detuve a pensar qué tan cerca estoy de cometer alguna locura. Y siempre llego a la misma conclusión. Soy una persona que sufre mucho el calor, no le simpatiza el verano (por suerte se compensa con la actitud que le pone la gente a esta estación, para volverla tolerable) y por sobre todas las cosas, que se ve propensa al desgano total durante estos tres meses del año, a tal punto que el libro que usted tiene en sus manos fue mayoritariamente escrito entre abril y noviembre (aunque estos datos son fácilmente refutables, pero su revelación pondría en duda la veracidad de mis restantes palabras). A lo que voy, es que el día en que yo pueda cometer un homicidio, por ejemplo, un dato relevante es que la temperatura ese día supere los 45 grados centígrados. Si está fresco, seré inocente.

Aclaraciones correspondientes

Haciendo caso a uno de mis grandes mentores, el maestro Yoda, quien me dijo que “para malentendidos evitar aclarar deberás”, voy a realizar ciertas apreciaciones que considero de vital importancia para evitar la crítica subjetiva de organizaciones no gubernamentales que defienden los intereses de determinados sectores, y que de no llevar a cabo la tarea que ahora mismo comenzaré, yo justificaría y apoyaría totalmente.

Que soy hombre creo que no cabe la menor duda (a excepción de la ocasión en la que viví en el ostracismo total durante alrededor de un año y fui un ente asexuado). Por lo tanto, mi manera de pensar es bastante acotada y no tengo la capacidad de reflexionar que no sea de otro modo, aunque dentro del género sí me auto considero bastante más amplio que muchos de los que ocupan la misma rama antropológica. Lo que quiero decir es que las damas y también las agrupaciones que defiendan sus intereses no deben sentirse ofendidas en absoluto por este escrito, ya que las palabras que a continuación serán plasmadas, provienen de un ser totalmente incoherente y no reflejan el pensamiento generalizado ni mucho menos son las reflexiones de un sabio en la historia de la humanidad. Ahora, si alguien concuerda conmigo o de repente me toman como un referente por pensar así, yo no tengo la culpa de que la sociedad empeore y necesite de líderes de opinión o emergentes (desde la consideración psicológica de grupo) cuasi despreciables. Así que a relajarse y ponerse a disfrutar. O no.

Por otra parte, todo lo que leerán a continuación está basado en experiencias personales reales y un tanto psicodélicas (pero en el sentido surrealista y poco creíble), por lo que todas las personas que en algún momento de mi vida me rodearon y fueron testigos o partícipes de mis acciones y/o desventuras, deben asumir la responsabilidad que les corresponde y llevarse algún tipo de crédito si este texto en algún punto lo merece. Si no es así, están en su derecho de negar todo y pedir careo. Pero muy en lo profundo de cada ser sabrán que tienen parte de culpa por dejar que yo haya llevado esta vida que se podrá leer y fácilmente entrever en cada uno de los puntos que serán tratados.

Finalmente, debido a mi ausencia de credo, me hago responsable de todos mis actos y pensamientos, los cuales defiendo o por lo menos lo intento fundamentar y desarrollar en las siguientes páginas. Me daré de lleno y de manera comprometida a clarificar cada una de mis creencias, mis marcadas experiencias y por sobre todo, la intención de colaborar en provocar como mínimo una sonrisa en la persona que en poco más de un minuto se adentrará en lo más profundo de mi mente, que para evitar metodologías extrañas, quedará plasmada a lo largo de este volumen.